La IA no ha tocado techo
Gracias a gente usando esta tecnología para mejorarla, tenemos crecimiento de la IA para rato.
Dice Dario Amodei, CEO de Anthropic, que en su empresa hay desarrolladores que ya no escriben código, sino que se lo piden a Claude y ellos simplemente se dedican a editarlo.
También dice que el crecimiento de la IA es exponencial, como ha sido el de la computación con la Ley de Moore. La razón parece clara, hay mucha gente usando la IA para mejorar esta tecnología.
Pero no hay que dedicarse a desarrollar software para darse cuenta de cómo estamos sólo al inicio de un camino en el que hay mucho recorrido por delante. Yo mismo lo compruebo cada día en mis clases.
Hoy por ejemplo, en un curso de transformación digital para pymes, he propuesto a los alumnos el ejercicio de hacer con un AI Builder un clon de Miro.
Lo que a mi me ha hecho Lovable era muy básico: crear post-its, cambiarlos de color y tamaño, moverlos y poco más.
Pero lo que ha hecho alguno de mis alumnos, en este caso con Base44, lo supera con creces. Para muestra un botón.
Viendo esto, lo que pienso es que siempre que haya alguien usando la IA para mejorar la propia IA, tenemos crecimiento para rato, básicamente porque se trata de un ciclo que se retroalimenta a sí mismo.
Una empresa crea un modelo mejor que el anterior, entonces los desarrolladores usan ese modelo para crear uno mejor. De esta forma podríamos tener crecimiento de la IA para rato.
Aunque claro, el crecimiento infinito no creo que exista, porque tenemos la ley de rendimientos decrecientes para poner a cada uno en su lugar, pero sí que podrían pasar muchos años antes de que comience a notarse el efecto.
¿Y por qué te cuento todo esto?
Como no soy asesor de inversiones no te voy a recomendar invertir en NVIDIA o Google, pero sí que creo que estamos en el punto de tomar la firme determinación de apostar por la IA.
¿Y qué significa apostar por la IA?
Es sencillo, hazlo todo con la IA. Desde que te levantas hasta que te acuestas. Sí suena exagerado pero es la única forma de adoptar el hábito. Y una vez que se convierta en una costumbre, ya podrás dejar de meterla en tu vida privada.
Bueno, voy a suavizarlo un poco. Desde que te pones a trabajar hasta que cierras el ordenador, hazlo todo con la IA. Cuéntale tus planes, dile lo que piensas hacer, pídele que te ayude a mejorarlo, escucha sus ideas, haz que se sienta responsable.




En la industria ya percibimos beneficios claros de la IA (por ejemplo la optimización de diseños), pero la adopción plena exige que las soluciones de IA se integren sin fricciones en nuestras cadenas de fabricación (CAD/CAE, PLM, MES) así como en los procesos de inspección, mantenimiento y reparación.
La clave no es solo crear modelos mejores, sino facilitar que los ingenieros los utilicen dentro de sus herramientas habituales y con garantías de trazabilidad y verificabilidad. La predicción de vida útil basada en datos de sensores es un ejemplo claro de valor real, pero para que estas capacidades escalen hacen falta conectores directos entre modelos de IA y plataformas especializadas (como ANSYS, Abaqus, SAP y SolidWorks) además de soporte para workflows certificados en entornos regulatorios.